Entrevista a Patrick Criado

Desde La gran familia españolano ha parado de trabajar, y no es para menos. Patrick Criado es de ese tipo de actores jóvenes que sabes, desde el principio, que van a dar que hablar y así está siendo. Esta semana estrena Todos están muertos dirigida por Beatriz Sanchis donde comparte pantalla con Elena Anaya, Nahuel Pérez Biscayart, Angelica Aragón o Macarena García y además se encuentra grabando El club de los incomprendidos dirigida por Carlos Sedes. Patrick Criado nos concede una entrevista donde nos habla de Víctor su personaje en Todos están muertos y repasamos con él su carrera profesional además de contarnos sus futuros proyectos.

«Mi personaje es un punto de inflexión en la vida de Lupe»


Patrick Criado



Víctor, tu  personaje, siente fascinación por la música ochentera sobre todo por el grupo Groenlandia, en el cantaba Lupe (Elena Anaya). Tú tocas la guitarra, estás metido en la música, imagino que ésto habrá sido un punto en común con tu personaje.

Hable con Beatriz (Sanchis) y me dijo que mi personaje era una persona muy rockera, que se había dejado empapar mucho de los años ochenta y que él siempre había idolatrado a Lupe (Elena Anaya) . Entonces, este personaje se entera de que Pancho es su hijo e intenta acceder a ella a través de él. Luego al final surge una amistad y mi personaje es también un nexo de unión entre Lupe y Pancho porque les hace ver la vida de otra manera. Esto es lo que me gusta que intenta acceder a ella y al final lo consigue pero también sirve para que ella y su hijo convivan de otra manera.

Al principio no eres muy bien recibido por Lupe, ella tiene ciertos reparos a recordar o a hablar del pasado, pero, tu personaje consigue finalmente convertirse en un punto de inflexión en su vida.

Sí, a ella le llama la atención que todavía haya alguien que se acuerda de ella, de su hermano, de su música, que le hable de ello. Porque ella nunca habla de su pasado, todo lo que tenga que ver con esa época está en el desván y no lo toca. A partir de que me conoce y que ve que soy fan de ella y que todavía queda alguno vivo (risas) le hace reflexionar y se comporta de otra manera.

Tu personaje siente algo por de Elena Anaya, ¿pero se enamora del reflejo del pasado o del presente?

Muy buena pregunta. Creo que mi personaje no llega a conocer a Lupe tal y cómo es y lo que tiene en su mente es lo que él ha visto de ella, esa estrella de rock que al final se dio la leche como tantos grupos de los ochenta. Creo sobre todo que él está enamorado de Lupe cuando tocaba en el grupo de Groenlandia.

Patrick Criado es Víctor en Todos están muertos.



¿Tú crees que tu personaje sufre alguna decepción cuando ve que ella ha dejado de ser esa Lupe de los ochenta?

Creo que no lo llega a ver del todo. Lo ve más el espectador y la familia que ven desde dentro todo el problema de Lupe, pero creo que mi personaje no se llega a enterar de que ella sufre esta enfermedad o que no es la de antes porque finge cuando está delante de él.

Pero tampoco finge del todo porque ella delante de ti muestra ciertos reparos.

Sí, y de eso mi personaje se entera. Hay miradas de decepción o de que esto no es lo que esperaba marcadas en el guión y por la directora. Pero a pesar de todo, él estaba enamorado (risas).

¿Tú crees que más que amor hay una idolatría?

Sí, totalmente. Conoce a la persona de la que él ha sido fan toda su vida y le da igual como sea, él ya está enamorado. (risas). Se deja llevar más por lo que piensa qué es, o por lo que él ha visto de ella en la televisión, en su música, y le da un poco igual que sea de otra manera.

¿Crees que hay algún momento en la película en la que Elena Anaya pueda sentir algo más por ti o pueda verte de otra forma?

Creo que en algún momento sí. Elena Anaya interpreta un poco de cierto cariño hacia mi personaje pero no creo que se enamore. Víctor una persona que se sigue acordando de ella y esto le afecta.

Llevas varios años metido en la interpretación pero La gran familia española ha supuesto un punto de inflexión en tu carrera.

La gran familia española es lo que me ha acercado al cine, tanto al espectador que me puede ver en este formato como a mí como persona. Antes estaba más metido en televisión y el cine estaba más lejano, aunque siempre quise hacerlo. Al participar en La gran familia española he conocido a más actores y me he metido más en este mundo y a interesarme más por él que por la televisión.

Al no tener prácticamente experiencia en cine, ¿cómo llevaste navegar entre la comedia y el drama en La gran familia española?

Ahí me dejaba llevar por el director. Dani (Sánchez- Arévalo) es una persona que dirige muy bien a los actores, coges mucha confianza con él y te da mucha tranquilidad su criterio y como quiere llevar las escenas. Hablaba mucho con él y me dejaba llevar por lo que me decía, es a lo que hacía caso. Tenía muchísima confianza en él (risas)

Una confianza que hoy en día se traduce en que te has convertido en uno de sus actores predilectos con los que va a contar en un futuro.

La verdad es que es un orgullo, y además a Dani (Sánchez Arévalo) ya lo considero un amigo. Es maravilloso que quiera contar conmigo para próximos proyectos y me tenga en cuenta.

Algo que tiene de característico Sánchez- Arévalo es que transforma lo más extraordinario en cotidiano.

A él lo que le gusta mucho es contar historias cercanas. Se inventa una historia pero se la lleva a su terreno, a la familia, a los hermanos. Todo lo intenta contar desde ahí porque es algo que él vive mucho. Lo cuenta muy bien y creo que tiene un especial talento para desarrollar comedia y drama, situaciones más complejas lo lleva a lo más cotidiano.

Patrick Criado y Arancha Martí en La gran familia española



Sin ir más lejos, tu situación de dos hermanas peleándose por ti, que de normal esto nos llevaría a un gran conflicto entre ellas pero se lo toman con mucha calma.

Sí, parece que sea lo más normal de la vida. Y mi personaje se deja llevar por esa locura, es la magia del cine (risas).

¿Qué recuerdos guardas de ese rodaje? Porque imagino que fue muy especial.

Sí, de lo que llevo rodado hasta ahora es de las cosas más especiales que he hecho y de las más me ha marcado. Recuerdo el primer día de ensayo cuando fuimos a hacer una lectura de guión que estaba Antonio de la Torre, Quim Gutiérrez, y al principio daba mucho miedo interpretar delante de ellos, me daban mucho respeto. Luego te das cuenta de que son personas muy normales, que son actores como nosotros, que están aprendiendo todavía todo lo que pueden. Al final todo fluye, y salí muy contento. Pero recuerdo muchos nervios a la hora de interpretar delante de ellos, me quedaba muy bloqueado, pero luego gracias a Dani (Sánchez-Arévalo) y a sus conversaciones me tranquilicé.

También el contar con dos chicas jóvenes Arancha Martí y Sandra Martín que tampoco tenían experiencia.

Eso también fue un apoyo importante para mí, no ser el único chaval. Y también podía hablar con ellas de los miedo que tenía, era diferente. Era terapia de grupo (risas).

Empezar en el cine trabajando con Quim Gutiérrez, Raúl Arévalo, ahora Elena Anaya… imagino que también habrá sido para ti una gran experiencia porque son gente muy conocida en este mundo.

Sí, yo intento empaparme de ellos todo lo que pueda y aprender mucho. Porque con actores así no se trabaja todos los días y hay que observar cómo desarrollan sus personajes, ser una esponja y absorber sus conocimientos. Por ejemplo, Antonio (de la Torre) tiene una cosa muy curiosa y es que él llega y ya es el personaje. Él en La gran familia española hacía de un empanado, que estaba metido en su mundo y le hablaba el director o cualquiera y hacía como que no se enteraba aunque en el fondo sí que lo hacía. Esto es algo que fichas, si quieres que algo salga bien tienes que meterte, sobre todo si es alguien tan diferente a ti. Porque sí que es verdad que mi personaje era muy parecido a mí y no tenía que hacer ese proceso de interiorización tan complejo. Pero el de Antonio, era totalmente diferente a él, una persona deprimida, que no se preocupaba por su familia, que estaba a otras cosas, así que cuesta más meterte de repente en ese personaje. Tienes que mantener esa energía antes de ponerte a grabar y no hacer un cambio radical que también es muy complicado. Por otro lado, meterte tanto en tu personaje es muy difícil porque hay puntos muertos en el rodaje y mantenerte todo el rato es complejo porque estás en mil cosas, pero sí lo consigues se nota que eres esa persona y no sólo que la interpretas.

Lo importante también es verse y no reconocerse.

Claro, y eso se consigue también con mucho trabajo en tu casa, preparación del personaje, en el rodaje…

Ahora mismo estás grabando El club de los incomprendidos, ¿me puedes contar un poco de que va este proyecto?

Es un best-seller basado en una trilogía de libros. La película está basado en el primero que se llama Buenos días, princesa y yo interpreto al personaje de César. Trata de una chica que se aleja de su pueblo para venir a Madrid y la meten en un instituto donde tiene varios problemas, la envían a un psicólogo y ahí conoce a un grupo de chavales con los que al principio no se lleva pero por diversas circunstancias forman un club que es el de los incomprendidos. Mi personaje no está dentro de este club, es totalmente ajeno a esa vida lo que pasa es que a la protagonista le pinchan las ruedas de la moto y se tiene que ir en metro y yo soy un chaval que rapea allí y la conoce. Al final por muchas movidas consigue acceder a ella y hay un romance entre ella y él aunque también hay otro chico. La verdad es que estoy contento, termino la película en nada.

El argumento me recuerda un poco a Las ventajas de ser un marginado.

Puede ser. Dentro de este club hay varios roles, el de la pija, el chulo… y son varios los incomprendidos.

Además tu personaje vuelve a estar relacionado con la música.

Sí, bueno, ahí tengo que rapear en el metro (risas). La grabamos el otro día con un montón de figurantes, cortaron el metro y todo. Es complicado conseguir el tono a la hora de rapear pero yo lo hablé con el director y me dijo cómo lo quería llevar. Él no pretendía que fuese un profesional del rap, sino más bien a un tío en el metro que canta para ganarse un dinero y ya está, no le importa lo más mínimo que lo haga bien o mal. Esto se ve cuando el tío está cantando y pasa una chica y le hace al otro un gesto para que deje de tocar y se va a hablar con ella. Se ve que no le importa mucho lo del rap. Es una vía para hablar y conocer a tías y sacarse ese dinero.

Entonces será mejor que no te pille Ana Botella cantando en el metro.

(Risas) Para que te hagas una idea mi personaje no pasaría ese casting.

Estás en un momento en el que no paras de trabajar, pero, ¿hay algún papel que te gustaría interpretar en un futuro o que no podrías rechazar?

No sé ahora mismo que papel me gustaría hacer porque es más leerte una historia y que te convezca. Sí que me gustaría, sobre todo, seguir haciendo cine. Personajes importantes en películas y que sea una historia buena y que me guste, que sea todo un conjunto. Sobre todo quiero hacer eso, y un director que me mole también, aunque sea novel.

Muchas gracias, Patrick.


Todos están muertos se estrena este 30 de mayo. Próximamente crítica en Nuestra Ficción y además Patrick Criado responde a nuestro cuestionario de cine español.


Laura Alfaro
@lauralpi @nuestraficcion

Entrevista a la actriz Macarena García

Tiene 24 años, un Goya, una Concha de Plata del Festival de San Sebastián, es la protagonista de la película más premiada en esta edición de los Goya y una de las más innovadoras de los últimos años, Blancanieves. Por si esto no fuera suficiente, hace dos semanas recibió el premio Un Futuro del Cine en el Festival Cinema Jove. Sí, hablo de Macarena García, a la que los premios, los reconocimientos y los trabajos no paran de llamar a su puerta. Hablamos con ella para que nos cuente como se siente con este último premio, recordamos su papel en Blancanieves y nos adelanta futuros proyectos.
 

«Tras el Goya he cambiado como actriz porque siento más responsabilidad»

 
Macarena García
 
 
¿Cómo te sientes al ver que los premios y los reconocimientos no han acabado para ti ni para Blancanieves?

Es increíble. Me sorprende, la verdad. No me esperaba que fuera a tener un recorrido tan grandísimo. Cuando me llamaron para este premio no me lo podía creer, ¡otro más!. Me alegro mucho, sobre todo por la película y que siga aún con tantísima vida. Esta ahora en un momento buenísimo. Pablo Berger no para de viajar y de recibir premios todas las semanas. Es increíble.

Uno de tus mayores miedos era que te pasase como otros actores y actrices que tras ganar el Goya estuvieron un cierto tiempo sin trabajar. Te han dado un premio en el que te pronostican un futuro de cine, ¿te da más seguridad?
(Risas) Me parece un honor recibir un premio con ese nombre y además después de haber visto la gente que lo ha recibido que son actorazos y que han tenido una carrera buenísima. Pienso que ojalá tengan razón y pueda formar parte del cine en un futuro. Me siento muy agradecida, pero no tengo ni idea de lo que va a pasar.

¿Qué ha significado para ti Blancanieves?
Blancanieves ha sido una parte muy importante de mi vida porque ya han pasado dos años desde que hice el casting y la grabamos. Ha sido un regalo que me ha traído cosas muy bonitas. Ha sido una suerte (risas) y como un cambio en mí en muchos sentidos.

Y ahora que han pasado dos años, ¿cómo recuerdas tú ese rodaje?

Lo recuerdo con mucho cariño. Era un rodaje en el que había mucho amor. Pablo tenía tanto amor en ese proyecto que sólo hace falta ver el tiempo que le ha dedicado al guión y a intentar sacarla adelante. A mí me sorprendía porque veía que cada persona del equipo estaba con el mismo cariño. A lo mejor estábamos saliendo más tarde de la hora y muchas veces es como: “Ay quiero irme ya…”, aquí no, todo el mundo estaba dispuesto porque sabíamos que merecía la pena.Todos sabíamos que era algo especial lo que estábamos haciendo entonces se trabajaba con mucho cariño y eso era un gusto.
 
Macarena García

Cuando hiciste el casting, te llegó el guión y viste que era una película en blanco y negro y además muda, ¿qué pensaste en ese momento?

Mi hermano me escribió un mensaje diciéndome: “Deberías presentarte a este casting porque estoy convencido que tiene que ser tu papel”. Sólo ponía que iba a ser en blanco y negro, muda, dirigida por Pablo Berger y protagonizada por Maribel Verdú. Ví una película de Pablo, la de Torremolinos, me encantó y desde el primer momento, antes de hacer la prueba, pensaba que me encantaría hacerla, sabía que iba a ser bonito. Se notaba, no se por qué, había algo que sabía que iba a ser especial. Luego ya cuando en el casting conocí a Pablo y me pidió que improvisara, me contó por encima el proyecto… en ese momento deseaba que me dijesen que sí para ser Blancanieves. En ningún momento pensé: “¡Qué locura a saber como sale!”.

A la hora de rodarla, ¿cuál fue la mayor complicación con la que te encontraste?

A lo mejor con el toreo. Tenía un doble pero tuve muy poco tiempo para prepararme y tenía miedo de que no diera el pego. Tuve dos o tres semanas para prepararlo y los toreros se preparan para torear años y años.
Macarena García en Blancanieves
 

¿Notas que tu vida ha cambiado desde que ganaste el Goya?
Noto mucho cariño, también lo notaba antes, pero ahora hay mucha gente que me conoce y antes no. Me siento tratada siempre con mucho cariño, mucho respeto, cuando alguien me para por la calle siempre son palabras bonitas. Para mí es perfecto porque no es demasiado, no me reconoce gente por la calle todo el rato, sino que de vez en cuando, una vez al día y me hace mucha ilusión. He cambiado como actriz porque siento una mayor responsabilidad y eso me gusta, me pone las pilas.

¿El Goya te ha dado una mayor responsabilidad a la hora de elegir tus trabajos?

Sí, en general. Siempre he intentado seleccionar bien los trabajos, pero sí que es verdad que después de esto siento más responsabilidad. Aunque todo es positivo y bueno para mí porque significa que me lo voy a currar más aún de lo que ya lo hacía y voy a intentar sacar lo mejor de mí.

¿Qué me puedes contar de tu papel en la película Todos están muertos?

Fue muy divertido. Hago de bakala (risas). Hice el casting y pensé: “¿Cómo me van a elegir a mí con lo diferente que soy al personaje?” Me apetecía muchísimo y cuando me cogieron me morí del miedo porque no sabía si iba a ser capaz de hacerlo pero estuve ensayando y buscando. En realidad tuve muy poquito sólo fueron tres días de rodaje pero lo disfruté muchísimo, me lo pasé muy bien y me divertí, cosa que me sorprendió porque yo pensaba: Un personaje que es tan diferente, con sólo tres días de rodaje… Pensaba que iba a estar tranquila e insegura y al final no. Me lo pusieron muy fácil tanto Elena Anaya, como Beatriz Sanchís, fue un gusto trabajar ahí.

Quizá con un personaje más bakala y tan diferente a ti se pueden trabajar más matices.

No lo sé,  creo que todos los personajes tienen muchos matices si los buscas.

¿Cómo te preparaste este personaje?

Le pedí ayuda a una profesora, a una coach y me estuvo ayudando. También quede con una chica que me recordaba el personaje que me estuvo haciendo las escenas para ver cómo diría ellas las cosas, cómo se las tomaría. Vi muchos vídeos, analicé mucho el texto, ese tipo de cosas.
 
Macarena García
 

Empezaste a estudiar Psicología, ¿tú crees que es bueno tener algunos conocimientos psicológicos a la hora de interpretar?

Creo que sí que puede ir bien. Lo que pasa es que sólo hice primero hace bastante tiempo y era todo muy teórico. Realmente no he aprendido mucho de psicología. Pero imagino que sí. Seguramente de forma inconsciente los puedo utilizar a la hora de interpretar. No creo que ese año que estudié haya sido en balde, creo que de algo habrá servido seguramente. Imagino que es una mezcla de cosas que ahora aprovecho a la hora de actuar.

¿Cómo es Macarena García trabajando?

(Risas) Suelo ser bastante insegura, en esta profesión salen mucho las inseguridades y los miedos. Me lo tomo bastante en serio y me suelo sentir muy afortunada. Suelo coger mucho cariño a los proyectos que hago. Algo por lo que estoy tranquila es que siempre he intentando hacerlo lo mejor que he sabido en cada momento.

¿Cómo definirías tu profesión?
Apasionante, compleja, es complicada pero a la vez es bonito porque haces lo que te gusta de verdad.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Estoy haciendo una obra de teatro que dirige mi hermano junto a Javier Calvo y me queda una función antes de verano y a la vuelta, volvemos. Se tiene que estrenar una serie llamada Niños robadosy luego empiezo a grabar una serie que se llama B&B de Globomedia.

En Niños robados vuelves a trabajar con Nadia de Santiago con la que ya coincidiste en Amar en tiempo revueltos, ¿cómo son estos reencuentros?
Siempre hace mucha ilusión porque te sientes como en casa. En especial con Nadia porque es muy amiga mía. No era un reencuentro, bueno lo era como actrices, pero nos hemos seguido viendo porque tenemos una buena amistad. Para mí trabajar con ella es un gusto porque es super buena actriz, generosa, es buenísima persona, la quiero mucho.

Muchas gracias, Macarena

De nada, a ti.