Hoy responde…Alain Hernández

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Alain Hernández

Participa en la última serie de Amazon Prime Videos, “Madres”.  En la pequeña pantalla le hemos visto en “El accidente”, “Mar de plástico” o en el triller psicológico “La caza”. Ha trabajado bajo las órdenes de Fernando González de Molina en el largometraje, “Palmeras en la nieve” o bajo la atenta mirada de Marc Crehuet en la interesante “El rey tuerto”, donde realiza junto a su compañero, Miki Esparbé, una verdadera y e intensa batalla interpretativa. Hoy responde a nuestro cuestionario de Nuestra Ficción el actor catalán, Alain Hernández.

El primer recuerdo que tengo de cine español: Imagino que alguna película de Paco Martínez Soria o José Luis López Vázquez y toda aquella generación… pero la que más me impresionó fue “Los santos inocentes”. Me fascinó Paco Rabal con su milana bonita.

Mi personaje favorito de cine español: Malamadre (Luis Tosar en “Celda 211”)

 Película española en la que me hubiese gustado participar: “Airbag”.

Personaje de cine español que me hubiese gustado interpretar: Alguno de los amigos de Karra Elejalde en “Airbag”. (O Fernando Guillén Cuervo o Alberto Sanjuan)

Mi escena favorita de cine español: Paco Rabal cuidando a su sobrina en “Los santos inocentes”.

Película española que me hace reír: “Airbag”

Película española que me hace llorar: “Camino”.

Película de miedo española con la que más me asusto: “Verónica”

Actores/actrices/directoras/directores de cine español que admiraba de pequeño/a: Paco Rabal, Fernando Fernan Gómez, Paco Martínez Soria, Alfredo Landa, Concha Velasco, Andrés Pajares, Fernando Esteso, Antonio Ozores, Imanol Arias, Ana Diosdado…

Actores/actrices/directoras/directores de cine español que admiro ahora: Luis Tosar, Javi Gutiérrez, Karra Elejalde, Nathalie Poza, Carmen Ruiz, Bárbara Lennie, Alberto Rodríguez, Alejándro Amenábar, J.A. Bayona, Álex de la Iglesia, Marc Crehuet…

Actores/actrices/directoras/directores de cine español con los que me gustaría trabajar en un futuro: Pues eso, Alberto Rodríguez, Amenábar, Bayona, Álex de la Iglesia,  Rodrigo Sorogoyen, Lennie, Poza, José Coronado, Luis Zahera…

Mi primera vez trabajando en cine español: En “Barcelona, un mapa” de Ventura Pons, donde solo hacía una aparición desnudo (se veía poco).

Mi mejor recuerdo trabajando en cine español: En “Palmeras en la nieve”, que pasamos casi tres meses en Gran Canaria rodando y mi relación con Mario Casas, Macarena García y Berta Vázquez fue muy estrecha y divertida.

Última película española que he visto: “Todos lo saben”

Películas españolas que recomendaría para esta cuarentena: En primer lugar, todas las que he hecho yo, por supuesto… hehehe… es broma, pero vamos, que tampoco estaría mal porque son buenas películas… pero vamos, las imprescindibles serían: “Airbag”, “El otro lado de la cama”, “Celda 211”, “Que Dios nos perdone”, “Tesis”, “El orfanato”, “Abre los ojos”, “El día de la bestia”, “Los santos inocentes”, “Los lunes al sol”, “Días contados”, etc…

¿Qué le diría a la gente para que vea cine español? Que podemos estar orgullosísimos de los y las profesionales que tenemos tanto a nivel técnico como artístico en este país. Muchos y muchas que prefieren hacer cine aquí que en el extranjero y que nos “regala” su arte película tras película.

Un saludo muy afectuoso para todas aquellas personas que confían en nuestro talento y valoran el gran trabajo que supone cada producción y con los (casi siempre, por no decir siempre) ajustadísimos presupuestos. Aun así, se siguen rodando maravillas que no deberíamos perdernos. ¡GRACIAS!

Entrevista a Anna Castillo

El musical La llamada, dirigido y escrito por los actores Javier Ambrossi y Javier Calvo, se ha convertido en un gran éxito y en una de las grandes sorpresas en el ámbito teatral. Lo que empezó siendo un espectáculo pequeño e independiente ya ha recorrido media España recibiendo una gran cantidad de elogiosas críticas. Ahora comienza su tercera temporada en la que repiten como protagonistas Macarena García y Anna Castillo, que entró en la segunda.

Hablamos con Anna, a la que hemos visto en películas como Promoción fantasma o en series como Amar es para siempre, para que nos cuente cómo espera esta tercera temporada y cuáles cree que han sido las claves de esta obra para que hoy en día siga cosechando éxitos.

«A mí Dios siempre me había parecido otra cosa pero es que éste encima te canta Whiney Houston»


Anna Castillo/ Foto: Sergio Navarro



¿Qué es lo que hace que La llamadasea un espectáculo tan diferente y especial?

Para empezar porque creo que no es un musical al que estamos acostumbrados a ver. Es bastante diferente. También por la frescura que tiene, nosotras intentamos hacerlo de la manera más fresca y natural posible. Lo disfrutamos muchísimo encima de un escenario y creo que esto se transmite. Entonces la gente sale de muy buen rollo y hace que quiera compartirlo con todo el mundo y esto es lo que hace que este musical sea tan especial.

Salen con ganas de bailar.

Claro, con ganas de fiesta (risas)

Tú entraste más tarde a la obra, antes eras cover, creo, de Andrea Ros. ¿Puede ser?

No, Andrea Ros se tuvo que ir al empezar la obra y me llamaron para que lo hiciera yo, pero nunca había visto La llamada. No tenía ni idea.

Entonces, ¿no estuviste en la anterior?

A ver sí, llevo aquí desde diciembre del año pasado. Estuve un mes en el Teatro Lara, me hice toda la gira y ahora volvemos aquí. Andrea Ros empezó la temporada pasada en el Lara y se tuvo que ir, entonces me llamaron los Javis (Ambrossi y Calvo) y me dijeron que tenía que sustituir a Andrea.

¿No habías visto la obra con Andrea Ros?

La tuve que ver para aprender lo que era, pero todo muy justo de tiempo.

¿Cuándo la viste que sensación te dio? ¿Qué te sorprendió de ella?

Flipé. Recuerdo la sensación del final, de estar de pie en platea aplaudiendo como una loca, con unas ganas de vida y de fiesta. Esta obra no critica nada es todo el rato una defensa de lo bueno, de vivir, de luchar… Entonces, es como que te da una energía y un subidón bonito y esto es lo que más me gusta.

Esta obra al tocar temas religiosos, ¿crees que pueden haber algunos sectores más conservadores que se puedan mostrar en contra?

Nosotras hemos ido por todos los pueblos de España y  teníamos un poco de miedo de esto, porque decíamos: «Prepárate para que alguien se levante». Pero es verdad que es una obra muy respetuosa hacia los dos lados. Te diré que algún señor mayor de algún pueblo perdido que no entendía porque estábamos en bikini se largaba pero, en general, no hemos tenido ningún problema. De hecho, ha venido mucha gente de la iglesia que les ha encantado. Tengo una tía que es monja, que vino a verla, salió feliz y quiere que la hagamos en su colegio de salesianas y encantados.

También podéis observar como con esta obra que la iglesia no queda tan lejos y se puede hacer humor y disfrutar con todo.

Claro, y está muy bien reírse de todo, desde el respeto.

Cuando leíste el guión, ¿cuál fue tu primera reacción al ver que tenías que cantar, bailar, actuar…?

Cantar y bailar me dio un poco de respeto porque, aunque me encanta hacerlo, de manera pública me da un poco de vergüenza. Pero flipé cuando leí el guión de lo natural que era todo, está escrito muy bien. Normalmente cuando haces una película o una serie, en mi caso, se escribe, pero no hablado, sólo sobre el papel. Esto está escrito como si estuviesen manteniendo una conversación en ese momento y muy fresco. Me pareció increíble que te permitan hacer esto, poder hablar como si lo estuvieses haciendo con tus amigas y lo quería hacer cuanto antes.

Pero, ¿primero viste la obra o leíste el guión?

Primero el guión y luego lo vi.

¿Vistes diferencias o era tal cual lo plasmaba el guión?

Era como me lo había imaginado. Está muy bien escrita, y la han escrito ellos (Javier Ambrossi y Javier Calvo) y creo que a base de imaginación, o sea que imagínate.

Anna Castillo y Macarena García, protagonistas de La llamada/ Foto: Sergio Navarro


Cuando oyes hablar de La llamada y no la has visto, lo primero que se te viene a la cabeza es la película de Sister Act.

¿Sí? A mí no me da esa sensación para nada, la verdad es que cuando lo leí pensé en una cosa distinta.

¿En qué pensaste?

Pensé en un rollo mucho más juvenil. También es verdad que cuando me hablaron de La llamada y leí el guión, no sabía que iba de monjas. Veía una cosa como dos chicas que cantan, bailan, ríen, como algo más juvenil, pero luego claro, tiene el parecido de que son monjas y cantan. Pero no tiene nada que ver.

Anteriormente te había visto cantar, por ejemplo, en Promoción fantasma, entonces aquí, vuelves a hacerlo pero bailando, actuando y con muchas dificultades añadidas.

Nunca me he dedicado a cantar, pero sí que es verdad que me salen proyecto en los que he de hacerlo. Es una cosa con la que tengo que lidiar porque no es mi terreno y me siento un poco insegura. Pero me mola el hecho de pensar: «Venga hazlo, con dos cojones».

¿Te imaginaste alguna vez un Dios como el de esta obra?

No, bueno, es muy británico. A mí Dios siempre me ha parecido otra cosa pero es que encima me canta Whitney Houston y eso enamora cualquiera.

Anna Castillo, interpretando a Susana en La llamada


¿Cómo se siente una cuando además de actuar dentro del escenario, salga a las butacas y se ponga a bailar entre los espectadores?

Es muy guay, porque hacer participar al público es algo que me parece increíble. Cuando lo veo desde fuera, a mí me gusta que el actor interactúe contigo en algún momento, no durante la obra porque sales de lo que es pero sí que se diga: «Oye mira, me lo estoy pasando de puta madre y quiero que tú te lo pases igual conmigo». Esto me parece muy bonito.

¿Tú alguna vez has vivido algún campamento de esta manera? ¿O te imaginabas que pudiese ser tan divertido?

No, vivía campamentos de verano cuando era mucho más pequeña, entonces, era distinto. Era más de tirarte globos de agua y ginkana. No venía Dios (risas). Pero, claro, mi personaje, Susana Romero, que está en este campamento un poco obligada y que supongo que está harta de los globos de agua y que de repente que pasen estas cosas es que le da un subidón.

Esta obra ha tenido buenísimas críticas tanto de los periodistas como del público. ¿Hay alguna que recuerdes con especial cariño?

A mí en Barcelona, que es mi casa, vino T de Teatre que es una compañía que me encanta desde siempre y recuerdo que hicieron unos tweets preciosos, que me mencionaron y me empezaron a seguir y yo contentísima. Andreu Buenafuente dijo que era lo mejor que había visto en teatro en mucho tiempo y era como: «Joder, como puede ser que gente a la que admiro tanto digan esas cosas de esta función». Recuerdo las críticas de Barcelona con mucho cariño.

Esta obra estuvo en Moscú, ahora se va a México, ¿qué expectativas tenéis?

Nosotras no vamos a México, van los Javis (Ambrossi y Calvo) a dirigirla con actores de allí. Lo que quiero es que arrasen, que vayan a Broadway y que nos lleven a nosotras.

¿Hay algún sitio donde os gustaría representarla?

Nueva York. Nos queremos ir a Broadway y lo vamos a conseguir algún día. Pero, en realidad, hemos estado en muchos pueblos y ciudades de España, en Moscú y en todos los sitios ha sido increíble.

Claro, es que está obra comenzó siendo muy pequeño e independiente y de repente se ha convertido en un fenómeno.

Y nadie se lo esperaba.

Sí, ha sido una sorpresa, y además que te llamen para formar parte de este gran éxito.

Cuando llegué tampoco sabía ni de dónde venía ni iba y fue un déjate llevar y a ver qué tal. Ha ido sobre ruedas y a ver cuánto dura, ojalá muchísimo.

De la primera a la segunda temporada ha habido cambios. ¿Veremos también en la tercera?

La escenografía es diferente. Hemos añadido algunas cosas, la coreografía. Va a seguir siendo la misma pero sí que es verdad que hay algunos cambios. Pero cada representación es un mundo y nos vamos a dejar llevar a ver qué pasa.

Como última pregunta. ¿Qué proyectos tienes en mente?

Sigo trabajando en Amar es para siempre, La llamada y termino las dos cosas en enero y a partir de ahí a ver qué pasa. Tengo alguna cosita en el aire.

Gracias Anna.

                                                                                      Laura Alfaro/Sergio Navarro
                                                                                     @lauralpi @sergioonavarro @nuestraficcion

Entrevista a Patrick Criado

Desde La gran familia españolano ha parado de trabajar, y no es para menos. Patrick Criado es de ese tipo de actores jóvenes que sabes, desde el principio, que van a dar que hablar y así está siendo. Esta semana estrena Todos están muertos dirigida por Beatriz Sanchis donde comparte pantalla con Elena Anaya, Nahuel Pérez Biscayart, Angelica Aragón o Macarena García y además se encuentra grabando El club de los incomprendidos dirigida por Carlos Sedes. Patrick Criado nos concede una entrevista donde nos habla de Víctor su personaje en Todos están muertos y repasamos con él su carrera profesional además de contarnos sus futuros proyectos.

«Mi personaje es un punto de inflexión en la vida de Lupe»


Patrick Criado



Víctor, tu  personaje, siente fascinación por la música ochentera sobre todo por el grupo Groenlandia, en el cantaba Lupe (Elena Anaya). Tú tocas la guitarra, estás metido en la música, imagino que ésto habrá sido un punto en común con tu personaje.

Hable con Beatriz (Sanchis) y me dijo que mi personaje era una persona muy rockera, que se había dejado empapar mucho de los años ochenta y que él siempre había idolatrado a Lupe (Elena Anaya) . Entonces, este personaje se entera de que Pancho es su hijo e intenta acceder a ella a través de él. Luego al final surge una amistad y mi personaje es también un nexo de unión entre Lupe y Pancho porque les hace ver la vida de otra manera. Esto es lo que me gusta que intenta acceder a ella y al final lo consigue pero también sirve para que ella y su hijo convivan de otra manera.

Al principio no eres muy bien recibido por Lupe, ella tiene ciertos reparos a recordar o a hablar del pasado, pero, tu personaje consigue finalmente convertirse en un punto de inflexión en su vida.

Sí, a ella le llama la atención que todavía haya alguien que se acuerda de ella, de su hermano, de su música, que le hable de ello. Porque ella nunca habla de su pasado, todo lo que tenga que ver con esa época está en el desván y no lo toca. A partir de que me conoce y que ve que soy fan de ella y que todavía queda alguno vivo (risas) le hace reflexionar y se comporta de otra manera.

Tu personaje siente algo por de Elena Anaya, ¿pero se enamora del reflejo del pasado o del presente?

Muy buena pregunta. Creo que mi personaje no llega a conocer a Lupe tal y cómo es y lo que tiene en su mente es lo que él ha visto de ella, esa estrella de rock que al final se dio la leche como tantos grupos de los ochenta. Creo sobre todo que él está enamorado de Lupe cuando tocaba en el grupo de Groenlandia.

Patrick Criado es Víctor en Todos están muertos.



¿Tú crees que tu personaje sufre alguna decepción cuando ve que ella ha dejado de ser esa Lupe de los ochenta?

Creo que no lo llega a ver del todo. Lo ve más el espectador y la familia que ven desde dentro todo el problema de Lupe, pero creo que mi personaje no se llega a enterar de que ella sufre esta enfermedad o que no es la de antes porque finge cuando está delante de él.

Pero tampoco finge del todo porque ella delante de ti muestra ciertos reparos.

Sí, y de eso mi personaje se entera. Hay miradas de decepción o de que esto no es lo que esperaba marcadas en el guión y por la directora. Pero a pesar de todo, él estaba enamorado (risas).

¿Tú crees que más que amor hay una idolatría?

Sí, totalmente. Conoce a la persona de la que él ha sido fan toda su vida y le da igual como sea, él ya está enamorado. (risas). Se deja llevar más por lo que piensa qué es, o por lo que él ha visto de ella en la televisión, en su música, y le da un poco igual que sea de otra manera.

¿Crees que hay algún momento en la película en la que Elena Anaya pueda sentir algo más por ti o pueda verte de otra forma?

Creo que en algún momento sí. Elena Anaya interpreta un poco de cierto cariño hacia mi personaje pero no creo que se enamore. Víctor una persona que se sigue acordando de ella y esto le afecta.

Llevas varios años metido en la interpretación pero La gran familia española ha supuesto un punto de inflexión en tu carrera.

La gran familia española es lo que me ha acercado al cine, tanto al espectador que me puede ver en este formato como a mí como persona. Antes estaba más metido en televisión y el cine estaba más lejano, aunque siempre quise hacerlo. Al participar en La gran familia española he conocido a más actores y me he metido más en este mundo y a interesarme más por él que por la televisión.

Al no tener prácticamente experiencia en cine, ¿cómo llevaste navegar entre la comedia y el drama en La gran familia española?

Ahí me dejaba llevar por el director. Dani (Sánchez- Arévalo) es una persona que dirige muy bien a los actores, coges mucha confianza con él y te da mucha tranquilidad su criterio y como quiere llevar las escenas. Hablaba mucho con él y me dejaba llevar por lo que me decía, es a lo que hacía caso. Tenía muchísima confianza en él (risas)

Una confianza que hoy en día se traduce en que te has convertido en uno de sus actores predilectos con los que va a contar en un futuro.

La verdad es que es un orgullo, y además a Dani (Sánchez Arévalo) ya lo considero un amigo. Es maravilloso que quiera contar conmigo para próximos proyectos y me tenga en cuenta.

Algo que tiene de característico Sánchez- Arévalo es que transforma lo más extraordinario en cotidiano.

A él lo que le gusta mucho es contar historias cercanas. Se inventa una historia pero se la lleva a su terreno, a la familia, a los hermanos. Todo lo intenta contar desde ahí porque es algo que él vive mucho. Lo cuenta muy bien y creo que tiene un especial talento para desarrollar comedia y drama, situaciones más complejas lo lleva a lo más cotidiano.

Patrick Criado y Arancha Martí en La gran familia española



Sin ir más lejos, tu situación de dos hermanas peleándose por ti, que de normal esto nos llevaría a un gran conflicto entre ellas pero se lo toman con mucha calma.

Sí, parece que sea lo más normal de la vida. Y mi personaje se deja llevar por esa locura, es la magia del cine (risas).

¿Qué recuerdos guardas de ese rodaje? Porque imagino que fue muy especial.

Sí, de lo que llevo rodado hasta ahora es de las cosas más especiales que he hecho y de las más me ha marcado. Recuerdo el primer día de ensayo cuando fuimos a hacer una lectura de guión que estaba Antonio de la Torre, Quim Gutiérrez, y al principio daba mucho miedo interpretar delante de ellos, me daban mucho respeto. Luego te das cuenta de que son personas muy normales, que son actores como nosotros, que están aprendiendo todavía todo lo que pueden. Al final todo fluye, y salí muy contento. Pero recuerdo muchos nervios a la hora de interpretar delante de ellos, me quedaba muy bloqueado, pero luego gracias a Dani (Sánchez-Arévalo) y a sus conversaciones me tranquilicé.

También el contar con dos chicas jóvenes Arancha Martí y Sandra Martín que tampoco tenían experiencia.

Eso también fue un apoyo importante para mí, no ser el único chaval. Y también podía hablar con ellas de los miedo que tenía, era diferente. Era terapia de grupo (risas).

Empezar en el cine trabajando con Quim Gutiérrez, Raúl Arévalo, ahora Elena Anaya… imagino que también habrá sido para ti una gran experiencia porque son gente muy conocida en este mundo.

Sí, yo intento empaparme de ellos todo lo que pueda y aprender mucho. Porque con actores así no se trabaja todos los días y hay que observar cómo desarrollan sus personajes, ser una esponja y absorber sus conocimientos. Por ejemplo, Antonio (de la Torre) tiene una cosa muy curiosa y es que él llega y ya es el personaje. Él en La gran familia española hacía de un empanado, que estaba metido en su mundo y le hablaba el director o cualquiera y hacía como que no se enteraba aunque en el fondo sí que lo hacía. Esto es algo que fichas, si quieres que algo salga bien tienes que meterte, sobre todo si es alguien tan diferente a ti. Porque sí que es verdad que mi personaje era muy parecido a mí y no tenía que hacer ese proceso de interiorización tan complejo. Pero el de Antonio, era totalmente diferente a él, una persona deprimida, que no se preocupaba por su familia, que estaba a otras cosas, así que cuesta más meterte de repente en ese personaje. Tienes que mantener esa energía antes de ponerte a grabar y no hacer un cambio radical que también es muy complicado. Por otro lado, meterte tanto en tu personaje es muy difícil porque hay puntos muertos en el rodaje y mantenerte todo el rato es complejo porque estás en mil cosas, pero sí lo consigues se nota que eres esa persona y no sólo que la interpretas.

Lo importante también es verse y no reconocerse.

Claro, y eso se consigue también con mucho trabajo en tu casa, preparación del personaje, en el rodaje…

Ahora mismo estás grabando El club de los incomprendidos, ¿me puedes contar un poco de que va este proyecto?

Es un best-seller basado en una trilogía de libros. La película está basado en el primero que se llama Buenos días, princesa y yo interpreto al personaje de César. Trata de una chica que se aleja de su pueblo para venir a Madrid y la meten en un instituto donde tiene varios problemas, la envían a un psicólogo y ahí conoce a un grupo de chavales con los que al principio no se lleva pero por diversas circunstancias forman un club que es el de los incomprendidos. Mi personaje no está dentro de este club, es totalmente ajeno a esa vida lo que pasa es que a la protagonista le pinchan las ruedas de la moto y se tiene que ir en metro y yo soy un chaval que rapea allí y la conoce. Al final por muchas movidas consigue acceder a ella y hay un romance entre ella y él aunque también hay otro chico. La verdad es que estoy contento, termino la película en nada.

El argumento me recuerda un poco a Las ventajas de ser un marginado.

Puede ser. Dentro de este club hay varios roles, el de la pija, el chulo… y son varios los incomprendidos.

Además tu personaje vuelve a estar relacionado con la música.

Sí, bueno, ahí tengo que rapear en el metro (risas). La grabamos el otro día con un montón de figurantes, cortaron el metro y todo. Es complicado conseguir el tono a la hora de rapear pero yo lo hablé con el director y me dijo cómo lo quería llevar. Él no pretendía que fuese un profesional del rap, sino más bien a un tío en el metro que canta para ganarse un dinero y ya está, no le importa lo más mínimo que lo haga bien o mal. Esto se ve cuando el tío está cantando y pasa una chica y le hace al otro un gesto para que deje de tocar y se va a hablar con ella. Se ve que no le importa mucho lo del rap. Es una vía para hablar y conocer a tías y sacarse ese dinero.

Entonces será mejor que no te pille Ana Botella cantando en el metro.

(Risas) Para que te hagas una idea mi personaje no pasaría ese casting.

Estás en un momento en el que no paras de trabajar, pero, ¿hay algún papel que te gustaría interpretar en un futuro o que no podrías rechazar?

No sé ahora mismo que papel me gustaría hacer porque es más leerte una historia y que te convezca. Sí que me gustaría, sobre todo, seguir haciendo cine. Personajes importantes en películas y que sea una historia buena y que me guste, que sea todo un conjunto. Sobre todo quiero hacer eso, y un director que me mole también, aunque sea novel.

Muchas gracias, Patrick.


Todos están muertos se estrena este 30 de mayo. Próximamente crítica en Nuestra Ficción y además Patrick Criado responde a nuestro cuestionario de cine español.


Laura Alfaro
@lauralpi @nuestraficcion

Entrevista a la actriz Macarena García

Tiene 24 años, un Goya, una Concha de Plata del Festival de San Sebastián, es la protagonista de la película más premiada en esta edición de los Goya y una de las más innovadoras de los últimos años, Blancanieves. Por si esto no fuera suficiente, hace dos semanas recibió el premio Un Futuro del Cine en el Festival Cinema Jove. Sí, hablo de Macarena García, a la que los premios, los reconocimientos y los trabajos no paran de llamar a su puerta. Hablamos con ella para que nos cuente como se siente con este último premio, recordamos su papel en Blancanieves y nos adelanta futuros proyectos.
 

«Tras el Goya he cambiado como actriz porque siento más responsabilidad»

 
Macarena García
 
 
¿Cómo te sientes al ver que los premios y los reconocimientos no han acabado para ti ni para Blancanieves?

Es increíble. Me sorprende, la verdad. No me esperaba que fuera a tener un recorrido tan grandísimo. Cuando me llamaron para este premio no me lo podía creer, ¡otro más!. Me alegro mucho, sobre todo por la película y que siga aún con tantísima vida. Esta ahora en un momento buenísimo. Pablo Berger no para de viajar y de recibir premios todas las semanas. Es increíble.

Uno de tus mayores miedos era que te pasase como otros actores y actrices que tras ganar el Goya estuvieron un cierto tiempo sin trabajar. Te han dado un premio en el que te pronostican un futuro de cine, ¿te da más seguridad?
(Risas) Me parece un honor recibir un premio con ese nombre y además después de haber visto la gente que lo ha recibido que son actorazos y que han tenido una carrera buenísima. Pienso que ojalá tengan razón y pueda formar parte del cine en un futuro. Me siento muy agradecida, pero no tengo ni idea de lo que va a pasar.

¿Qué ha significado para ti Blancanieves?
Blancanieves ha sido una parte muy importante de mi vida porque ya han pasado dos años desde que hice el casting y la grabamos. Ha sido un regalo que me ha traído cosas muy bonitas. Ha sido una suerte (risas) y como un cambio en mí en muchos sentidos.

Y ahora que han pasado dos años, ¿cómo recuerdas tú ese rodaje?

Lo recuerdo con mucho cariño. Era un rodaje en el que había mucho amor. Pablo tenía tanto amor en ese proyecto que sólo hace falta ver el tiempo que le ha dedicado al guión y a intentar sacarla adelante. A mí me sorprendía porque veía que cada persona del equipo estaba con el mismo cariño. A lo mejor estábamos saliendo más tarde de la hora y muchas veces es como: “Ay quiero irme ya…”, aquí no, todo el mundo estaba dispuesto porque sabíamos que merecía la pena.Todos sabíamos que era algo especial lo que estábamos haciendo entonces se trabajaba con mucho cariño y eso era un gusto.
 
Macarena García

Cuando hiciste el casting, te llegó el guión y viste que era una película en blanco y negro y además muda, ¿qué pensaste en ese momento?

Mi hermano me escribió un mensaje diciéndome: “Deberías presentarte a este casting porque estoy convencido que tiene que ser tu papel”. Sólo ponía que iba a ser en blanco y negro, muda, dirigida por Pablo Berger y protagonizada por Maribel Verdú. Ví una película de Pablo, la de Torremolinos, me encantó y desde el primer momento, antes de hacer la prueba, pensaba que me encantaría hacerla, sabía que iba a ser bonito. Se notaba, no se por qué, había algo que sabía que iba a ser especial. Luego ya cuando en el casting conocí a Pablo y me pidió que improvisara, me contó por encima el proyecto… en ese momento deseaba que me dijesen que sí para ser Blancanieves. En ningún momento pensé: “¡Qué locura a saber como sale!”.

A la hora de rodarla, ¿cuál fue la mayor complicación con la que te encontraste?

A lo mejor con el toreo. Tenía un doble pero tuve muy poco tiempo para prepararme y tenía miedo de que no diera el pego. Tuve dos o tres semanas para prepararlo y los toreros se preparan para torear años y años.
Macarena García en Blancanieves
 

¿Notas que tu vida ha cambiado desde que ganaste el Goya?
Noto mucho cariño, también lo notaba antes, pero ahora hay mucha gente que me conoce y antes no. Me siento tratada siempre con mucho cariño, mucho respeto, cuando alguien me para por la calle siempre son palabras bonitas. Para mí es perfecto porque no es demasiado, no me reconoce gente por la calle todo el rato, sino que de vez en cuando, una vez al día y me hace mucha ilusión. He cambiado como actriz porque siento una mayor responsabilidad y eso me gusta, me pone las pilas.

¿El Goya te ha dado una mayor responsabilidad a la hora de elegir tus trabajos?

Sí, en general. Siempre he intentado seleccionar bien los trabajos, pero sí que es verdad que después de esto siento más responsabilidad. Aunque todo es positivo y bueno para mí porque significa que me lo voy a currar más aún de lo que ya lo hacía y voy a intentar sacar lo mejor de mí.

¿Qué me puedes contar de tu papel en la película Todos están muertos?

Fue muy divertido. Hago de bakala (risas). Hice el casting y pensé: “¿Cómo me van a elegir a mí con lo diferente que soy al personaje?” Me apetecía muchísimo y cuando me cogieron me morí del miedo porque no sabía si iba a ser capaz de hacerlo pero estuve ensayando y buscando. En realidad tuve muy poquito sólo fueron tres días de rodaje pero lo disfruté muchísimo, me lo pasé muy bien y me divertí, cosa que me sorprendió porque yo pensaba: Un personaje que es tan diferente, con sólo tres días de rodaje… Pensaba que iba a estar tranquila e insegura y al final no. Me lo pusieron muy fácil tanto Elena Anaya, como Beatriz Sanchís, fue un gusto trabajar ahí.

Quizá con un personaje más bakala y tan diferente a ti se pueden trabajar más matices.

No lo sé,  creo que todos los personajes tienen muchos matices si los buscas.

¿Cómo te preparaste este personaje?

Le pedí ayuda a una profesora, a una coach y me estuvo ayudando. También quede con una chica que me recordaba el personaje que me estuvo haciendo las escenas para ver cómo diría ellas las cosas, cómo se las tomaría. Vi muchos vídeos, analicé mucho el texto, ese tipo de cosas.
 
Macarena García
 

Empezaste a estudiar Psicología, ¿tú crees que es bueno tener algunos conocimientos psicológicos a la hora de interpretar?

Creo que sí que puede ir bien. Lo que pasa es que sólo hice primero hace bastante tiempo y era todo muy teórico. Realmente no he aprendido mucho de psicología. Pero imagino que sí. Seguramente de forma inconsciente los puedo utilizar a la hora de interpretar. No creo que ese año que estudié haya sido en balde, creo que de algo habrá servido seguramente. Imagino que es una mezcla de cosas que ahora aprovecho a la hora de actuar.

¿Cómo es Macarena García trabajando?

(Risas) Suelo ser bastante insegura, en esta profesión salen mucho las inseguridades y los miedos. Me lo tomo bastante en serio y me suelo sentir muy afortunada. Suelo coger mucho cariño a los proyectos que hago. Algo por lo que estoy tranquila es que siempre he intentando hacerlo lo mejor que he sabido en cada momento.

¿Cómo definirías tu profesión?
Apasionante, compleja, es complicada pero a la vez es bonito porque haces lo que te gusta de verdad.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Estoy haciendo una obra de teatro que dirige mi hermano junto a Javier Calvo y me queda una función antes de verano y a la vuelta, volvemos. Se tiene que estrenar una serie llamada Niños robadosy luego empiezo a grabar una serie que se llama B&B de Globomedia.

En Niños robados vuelves a trabajar con Nadia de Santiago con la que ya coincidiste en Amar en tiempo revueltos, ¿cómo son estos reencuentros?
Siempre hace mucha ilusión porque te sientes como en casa. En especial con Nadia porque es muy amiga mía. No era un reencuentro, bueno lo era como actrices, pero nos hemos seguido viendo porque tenemos una buena amistad. Para mí trabajar con ella es un gusto porque es super buena actriz, generosa, es buenísima persona, la quiero mucho.

Muchas gracias, Macarena

De nada, a ti.

Se alzan las velas de la 28 edición del Festival Internacional Cinema Jove

Leticia Dolera, la consellera María José Català y Macarena García, Premio un Futuro de Cine / Sergio Navarro
 
 
 
 
La tormenta de ayer en Valencia no impidió que se celebrase la inauguración de la 28 edición del Festival Cinema Jove. Una vez más el Teatro Principal fue testigo de esta fiesta del cine, pero esta vez con Ana Álvarez de maestra de ceremonia.

La gran protagonista de la noche fue Macarena García que recibió uno de los premios con mayor acogida en el festival, Premio a un Futuro de Cine. Leticia Dolera fue la que presentó a la actriz pero no, no se equivoquen, no le dio el premio. ¿Por qué? Porque durante unos segundos de tensión en los que el público pensaba que se habían olvidado del premio de Macarena, mientras esta realizaba un discurso emocionado sin premio entre las manos, apareció por detrás Emilio Gavira, uno de los enanitos toreros de la película. Ambos se fundieron en un emotivo abrazo, mientras Gavira sólo tenía palabras cariñosas y tiernas para la joven actriz.

Pero sin duda, uno de los momentos más emocionantes de la noche fue el homenaje a Jose Luis Sampedro. Su viuda, Olga Lucas, subió al escenario escuchando atentamente las palabras que el director del festival, Rafael Maluenda, dedicaba a su marido. Lo que no se esperaba es que el Festival le iba a dar un premio a la memoria de Sampedro, gran seguidor del festival como recuerda Maluenda y confirma Lucas. Olga Lucas afirmó que esto era debido a que él se consideraba “muy joven”. También hubo palabras de cariño hacia el productor Elias Querejeta, que hace poco nos dejó.

Su hija, Gracia Querejeta, es una de las invitadas estelares al festival tras el estreno de su última película 15 años y un día de la que en próximas entradas hablaremos. Acompañando a Querejeta iba uno de los actores de la película, Tito Valverde, que ofreció uno de los momentos más cómicos de la noche al entregar uno de los premios a Jonathan Hodgson, y Antonio Mercero, coguionista junto a Querejeta de la película. Otras personalidades que asistieron al festival fueron Leticia Dolera, Paco Plaza, Rosana Pastor o Fernando Méndez Leite.
María Jesús Sirvent y Tito Valverde/ Sergio Navarro
 
Antonio Mercero, Gracia Querejeta y Rafael Maluenda director del Festival/Sergio Navarro.

 

 
Pasando a la parte más internacional, el director Tomas Alfredson,El topo o Déjame entrar, también recibió otro de los galardones de Luna de Valencia por su trayectoria de mano de otra directora, Gracia Querejeta.
El festival dio comienzo ayer a toda una semana repleta de cine, y cerrará el próximo viernes 28 con otro Premio Futuro de Cine, esta vez a Gorka Otxoa.