Entrevista a Gorka Otxoa

Su papel protagonista en Pagafantas le hizo muy conocido entre el público, sobre todo el joven, que encontraron en este personaje un reflejo. Por este papel estuvo nominado al Goya aunque afirma que nunca pensó que ganaría. Sus otros trabajos son en películas como Lobos de Arga , ¿Estas ahí? o Bypass o series de éxito como Cuestión de Sexo o El doctor Mateo. Por todo ello, el Festival Cinema Jove decidió premiarle hace dos semanas con el premio Un Futuro de Cine concedido también a Macarena García. Gorka Otxoa habla en Nuestra Ficción de cómo se siente al recibir este premio, de su trayectoria profesional, de la obra teatral Los miércoles no existen, de cine y por supuesto de sus futuros proyectos.
 

«Tengo dudas de si el cine va a seguir existiendo»

 
 
Gorka Otxoa
¿Qué se siente cuando te dicen que tienes un futuro prometedor?
Mucha ilusión por la valoración y la decisión que han tomado de que este tío puede seguir trabajando o así queremos que sea. Por un lado, me hace mucha ilusión pero por el otro tengo la duda de si el cine va a seguir existiendo y si hay un futuro para él porque tal y como está la situación es muy complicado. Pero si hay un futuro de cine espero tener un huequito ahí y que el premio haga honor al nombre.
 
Es muy curioso que los dos premiados de este año, Macarena García y tú, hayáis empezado o estudiado psicología, ¿hace falta la psicología para ser actor?

No, no (risas). Es una casualidad. Son complementarías y siempre he dicho que aunque estudiará psicología para esta profesión no hace falta. Aunque he hecho cursos de psicología y de interpretación que tenían los mismos ejercicios y se complementan. Mientras estudiaba comí unos pinchos de tortilla muy ricos y jugaba al mus, pero dejando a un lado las bromas, para la vida y para interpretar también hay cosas que me he llevado de estos años estudiando. Si en un futuro tuviese que ser psicólogo tendría que ser con grupos de teatro, expresión corporal… con algo que tuviese que ver con la interpretación. Son dos cosas que tienen que ver.
El haber estudiado psicología quizá ayuda a la hora de empatizar con el público, ¿no?

Sí, o a la hora de entender personajes o a crearlos y a ver como actúa la gente, de quitarte la careta, de expresión corporal, a la hora de controlar tu cuerpo, las emociones… Todo esto sí que puede tener que ver.
 
¿Cómo ves que ha cambiado tu carrera desde tu papel protagonista en Pagafantas?

Llegué a más gente desde luego. Es curioso que Pagafantas se viese más después del cine que durante, aunque hizo una buena taquilla que ahora mismo sería un taquillazo tal y como están las cosas. Desde que acabó en los cines creo que se ha visto mucho más. Desde bajándosela de Internet, a Canal + que la vio mucha gente o en los trenes o el AVE que también se puso un montón, alquiler y también se vendió mucho. Es curioso que hoy en día me viene gente diciéndome que la vio porque se la recomendaron y le encantó. O me he encontrado con gente que la ha visto veinticinco veces que conseguir eso no es fácil. La tengo muchísimo cariño, fue mi primer papel protagonista, además es una película muy digna y que para algunos ha dejado huella.
 
El mito del pagafantas por ejemplo.

Sí, la palabra en sí. También expresiones como: Los miércoles son los nuevos jueves o hacer la cobra, que ya estaba. También términos que se inventaron los guionistas como el koala o hacer el lemur. La gente se identificó mucho con la película, todo el mundo ha sido pagafantas en mayor o menor medida, hasta los tíos más buenorros. Me han llegado a decir que todo lo que pasaba en la película les había pasado a ellos e incluso las mujeres en los personajes femeninos. El guión era tan bonito, tan bueno y tan tierno que ha calado en la gente y ahí se queda eso, que es un lujo.
 
Por esta película te dieron una nominación a los Premios Goya, ¿cómo viviste ese momento?

Muy bien porque yo iba convencido de que no lo iba a ganar, pero lo digo de verdad no con falsa modestia. Iba bastante tranquilo y disfruté muchísimo la noche porque para mí estar nominado y con una comedia ya era la hostia. Fue una noche muy bonita que la viví al máximo y había gente que estaba angustiado con que si ganaba o no y no disfrutaron la noche ni ganaron el premio porque no puede ganar todo el mundo y estaban como de bajón. Yo estaba convencido de que no lo iba a ganar, entonces fue una gozada y ya me llevaba el premio de haber estado nominado. Tengo un buen recuerdo de esa noche.
 
Y como has dicho antes estar nominado por una comedia tiene un mayor mérito.

Sí, no suele ser muy habitual que nominen o premien a películas que sean de comedia. Cobeaga también estaba nominado a director novel y la verdad que si cabe un poquito más de mérito te hace más ilusión porque no suele ser habitual.
 
¿Por qué crees que la comedia está menos valorada que el drama?

No lo sé. Hay gente que dice que es más fácil hacer reír que llorar. Creo que es así, sin más, tampoco le doy muchas vueltas. Se suelen valorar más los grandes dramas o hacer llorar a la gente o personajes de otro tipo y la comedia está más infravalorada.
 
Tienes dos películas que son Lobos de Arga y ¿Estás ahí?que están relacionadas con el género fantástico, ¿cómo crees que se le considera a este género en España?

Creo que sobre todo en los últimos años se han hecho películas muy buenas porque se han vendido fuera de España muchísimo y están muy reconocidas, por ejemplo REC. En muchos lugares de fuera de España se nos asocia al cine de género fantástico o de terror desde El orfanato aunque no tiene nada que ver con Lobos de Arga. La mezcla de géneros también está muy reconocida como REC que mezcla la comedia con el terror.
 
¿ Hay una mezcla de géneros en España?

Sí y a mí me encanta porque es muy difícil y hay mucha gente no se atreve. Cuando se consigue creo que está muy guay porque reírte y de repente acojonarte o emocionarte o que le den un toque dramático y se te congele la sonrisa y tragues saliva. Es como la vida misma que los géneros están mezclados continuamente, es muy interesante.


Entrevistando a Gorka Otxoa

 

 
Ahora estás en Madrid con la obra Los miércoles no existen, ¿qué nos puedes contar de esta obra?


Todo bueno, la verdad, estamos disfrutando como enanos. Hacía mucho que no me lo pasaba tan bien con un trabajo. Además la hemos creado nosotros, no hay ninguna productora detrás. Nos hemos juntado donde sea para ensayar y montamos nosotros los muebles de Ikea..

 
Montar un mueble de Ikea ya tiene su mérito.
 
(risas) Sí porque en una producción hay alguien que se encarga de hacer la escenografía, de montar los muebles… Nosotros los hemos montado solos y algunos son muy complicados (risas), los de aquí no, precisamente.
La historia es muy bonita y hemos formado una familia. Además la obra es una maravilla, la gente sale encantada.. Hemos estado tres meses en la sala Sol de York que ha ido muy bien, hemos prolongado muchas veces y llenado muchos días. Hace poco estrenamos en el Teatro Lara que para mí es el más maravilloso de Madrid, pequeñito y acogedor, pero notamos a la gente que además en esta obra interactuamos con el público. Es un guión de una película de Peris Romano que como cuesta mucho arrancar una película nos propuso hacer una obra y ver cómo salía. Está creciendo mucho, la gente sale encantada, se ríen, se emocionan, también es una mezcla de géneros, donde hay momentos más heavys de amor, desamor, de amistad, de romperla. Con esta historia la gente se identifica, esta dirigida a un público entre veinticinco a cuarenta y cinco años.
 
¿Pensáis ir a más ciudades con esta obra?

Sí, iremos poco a poco. En septiembre iremos a Donosti que es de donde yo soy, vamos a casa que me hace mucha ilusión. Haremos seis o siete funciones ahí. Saldrán poco a poco pero en Madrid nos queda recorrido e iremos viendo a que teatro vamos.
 
Cuestión de sexo fue una de las series que más te dio a conocer, ¿cómo recuerdas esta serie una vez pasados los años?

Con un buen recuerdo. Hice amigos ahí, tanto actores, como directores, productores… en todos los campos que aún tengo amistad con ellos. Hicimos tres temporadas y es la serie en la que más tiempo he estado. Además era mi primera serie en Madrid, con personaje fijo que era una maravilla, un caramelo, me lo pasaba muy bien. La serie estaba muy guay, era diferente y también dirigida a un público con problemas de pareja, de tener hijos o no, de los cuernos, todos estos temas que están en esas edades. Con Willy Toledo tenía mucha química y me lo pasé muy bien con él, con el coche de arriba pa´bajo, con Ana Fernández…
 
Con el coche de la autoescuela que te dio muchos problemas.
Con el carnet que no aprobaba nunca. Pero sí tengo muy buen recuerdo y tengo relación con muchos de ellos.
 
¿Te abrió muchas puertas esta serie?
 
Sí, pero no sé. Tampoco sabes si es por un trabajo en concreto. De hecho hice Pagafantas entre la temporada dos y tres de Cuestión de sexo. Se van sumando semillitas de si alguien te ve en un curro u otro y te van saliendo trabajos que vas enlazando con otros, pero nunca se sabe. Todos los trabajos van sumando, vas aprendiendo mogollón en todos y de eso se trata.
 
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
 
Además de Los miércoles no existen, que ya hemos hablado, estoy en una serie nueva para Antena 3 que se llama Vivo cantando que se estrena en septiembre. Es una dramedia con música y canciones. No es una serie musical que nos ponemos de repente a cantar pero toda la serie gira alrededor de un karaoke que llevo yo con un socio que es Jose Luis García Pérez. Se cantan una o dos canciones mientras van ocurriendo cosas, que están dentro de la trama, es decir, que tienen algún sentido, la música tiene su importancia. La verdad es que nos lo estamos pasando genial. Luego para el próximo año hay varios proyectos de cine que a ver si se concretan que yo creo que sí. Las películas estas de bajo presupuesto, entre colegas que quieren sacar el proyecto adelante porque hay historias chulas que no consiguen financiación y alguna otra película de producción más clásica.
 
Ahora con el crowfunding hay más posibilidades a la hora de sacar una película, ¿no?
 
Sí, alguna hay con el crowfunding también. Hay películas muy interesantes que no consiguen la pasta y al no haber televisiones metidas, porque estas quieren un tipo de cine en concreto, la cosa se complica y hay que abrir otras vías. No hace falta mucho dinero para sacar buenas historias. Hay posibilidades de sacarlas siempre con el esfuerzo y las ganas de la gente y con su tiempo. El problema es si no te da de comer ese tipo de cine o que sea difícil que llegue a grandes salas o que no se consiga la distribución, pero sí que es verdad que se dan oportunidades a tipos de películas que sino no saldrían.
 
Antes me has comentado que Vivo cantando no es un musical pero, ¿tú te atreverías a hacer un musical?
Me atrevería a hacer casi todo, pero a día de hoy sin formarme y sin trabajar la voz no me vería haciendo un musical. Cualquier otra cosa lo haría y a tope pero en un musical hay que cantar muy bien. Si me saliese uno interesante me prepararía encantado para cantar y aprende- Es curioso porque coincide con que no he cantado nunca en ningún trabajo y además lo hago mal y este año en Los miércoles no existen canto y en la serie también de vez en cuando, ya lo he hecho tres veces. Fíjate por casualidades de la vida que los dos personajes se llaman César. Unimos a César con la música (risas). En el caso de la serie como es un karaoke tampoco tenemos que cantar fenomenal.
 
¿Cómo es Gorka Otxoa trabajando?
 
Estoy siempre a favor de todo, de ayudar al resto del equipo, porque al final tanto en cine como en televisión, esto es un barco en el que remamos todos y si alguien va al contrario afecta a todos. Me gusta el rollo de ayudarnos entre todos, nunca voy sólo a lo mío porque primero me beneficia a mí y segundo porque vamos a estar más a gusto. Es una profesión en la que hacemos piña y nos hacemos como una familia en cada rodaje y eso es muy bonito. Siempre estoy a favor del buen rollo.
 
A lo largo de tus años como actor, ¿cuál se ha convertido en tu papel soñado?
 
No tengo ninguno en concreto igual que tampoco sé con qué director me gustaría trabajar. Ya llegará y hay directores por conocer y películas muy buenas hechas por personas no conocidas y al revés. Lo mismo me pasa con personajes. Pienso que ya llegará, mientras hayan proyectos interesantes y personajes chulos que estén bien escritos.
 
Muchas gracias Gorka.

A ti.

Entrevista a la actriz Macarena García

Tiene 24 años, un Goya, una Concha de Plata del Festival de San Sebastián, es la protagonista de la película más premiada en esta edición de los Goya y una de las más innovadoras de los últimos años, Blancanieves. Por si esto no fuera suficiente, hace dos semanas recibió el premio Un Futuro del Cine en el Festival Cinema Jove. Sí, hablo de Macarena García, a la que los premios, los reconocimientos y los trabajos no paran de llamar a su puerta. Hablamos con ella para que nos cuente como se siente con este último premio, recordamos su papel en Blancanieves y nos adelanta futuros proyectos.
 

«Tras el Goya he cambiado como actriz porque siento más responsabilidad»

 
Macarena García
 
 
¿Cómo te sientes al ver que los premios y los reconocimientos no han acabado para ti ni para Blancanieves?

Es increíble. Me sorprende, la verdad. No me esperaba que fuera a tener un recorrido tan grandísimo. Cuando me llamaron para este premio no me lo podía creer, ¡otro más!. Me alegro mucho, sobre todo por la película y que siga aún con tantísima vida. Esta ahora en un momento buenísimo. Pablo Berger no para de viajar y de recibir premios todas las semanas. Es increíble.

Uno de tus mayores miedos era que te pasase como otros actores y actrices que tras ganar el Goya estuvieron un cierto tiempo sin trabajar. Te han dado un premio en el que te pronostican un futuro de cine, ¿te da más seguridad?
(Risas) Me parece un honor recibir un premio con ese nombre y además después de haber visto la gente que lo ha recibido que son actorazos y que han tenido una carrera buenísima. Pienso que ojalá tengan razón y pueda formar parte del cine en un futuro. Me siento muy agradecida, pero no tengo ni idea de lo que va a pasar.

¿Qué ha significado para ti Blancanieves?
Blancanieves ha sido una parte muy importante de mi vida porque ya han pasado dos años desde que hice el casting y la grabamos. Ha sido un regalo que me ha traído cosas muy bonitas. Ha sido una suerte (risas) y como un cambio en mí en muchos sentidos.

Y ahora que han pasado dos años, ¿cómo recuerdas tú ese rodaje?

Lo recuerdo con mucho cariño. Era un rodaje en el que había mucho amor. Pablo tenía tanto amor en ese proyecto que sólo hace falta ver el tiempo que le ha dedicado al guión y a intentar sacarla adelante. A mí me sorprendía porque veía que cada persona del equipo estaba con el mismo cariño. A lo mejor estábamos saliendo más tarde de la hora y muchas veces es como: “Ay quiero irme ya…”, aquí no, todo el mundo estaba dispuesto porque sabíamos que merecía la pena.Todos sabíamos que era algo especial lo que estábamos haciendo entonces se trabajaba con mucho cariño y eso era un gusto.
 
Macarena García

Cuando hiciste el casting, te llegó el guión y viste que era una película en blanco y negro y además muda, ¿qué pensaste en ese momento?

Mi hermano me escribió un mensaje diciéndome: “Deberías presentarte a este casting porque estoy convencido que tiene que ser tu papel”. Sólo ponía que iba a ser en blanco y negro, muda, dirigida por Pablo Berger y protagonizada por Maribel Verdú. Ví una película de Pablo, la de Torremolinos, me encantó y desde el primer momento, antes de hacer la prueba, pensaba que me encantaría hacerla, sabía que iba a ser bonito. Se notaba, no se por qué, había algo que sabía que iba a ser especial. Luego ya cuando en el casting conocí a Pablo y me pidió que improvisara, me contó por encima el proyecto… en ese momento deseaba que me dijesen que sí para ser Blancanieves. En ningún momento pensé: “¡Qué locura a saber como sale!”.

A la hora de rodarla, ¿cuál fue la mayor complicación con la que te encontraste?

A lo mejor con el toreo. Tenía un doble pero tuve muy poco tiempo para prepararme y tenía miedo de que no diera el pego. Tuve dos o tres semanas para prepararlo y los toreros se preparan para torear años y años.
Macarena García en Blancanieves
 

¿Notas que tu vida ha cambiado desde que ganaste el Goya?
Noto mucho cariño, también lo notaba antes, pero ahora hay mucha gente que me conoce y antes no. Me siento tratada siempre con mucho cariño, mucho respeto, cuando alguien me para por la calle siempre son palabras bonitas. Para mí es perfecto porque no es demasiado, no me reconoce gente por la calle todo el rato, sino que de vez en cuando, una vez al día y me hace mucha ilusión. He cambiado como actriz porque siento una mayor responsabilidad y eso me gusta, me pone las pilas.

¿El Goya te ha dado una mayor responsabilidad a la hora de elegir tus trabajos?

Sí, en general. Siempre he intentado seleccionar bien los trabajos, pero sí que es verdad que después de esto siento más responsabilidad. Aunque todo es positivo y bueno para mí porque significa que me lo voy a currar más aún de lo que ya lo hacía y voy a intentar sacar lo mejor de mí.

¿Qué me puedes contar de tu papel en la película Todos están muertos?

Fue muy divertido. Hago de bakala (risas). Hice el casting y pensé: “¿Cómo me van a elegir a mí con lo diferente que soy al personaje?” Me apetecía muchísimo y cuando me cogieron me morí del miedo porque no sabía si iba a ser capaz de hacerlo pero estuve ensayando y buscando. En realidad tuve muy poquito sólo fueron tres días de rodaje pero lo disfruté muchísimo, me lo pasé muy bien y me divertí, cosa que me sorprendió porque yo pensaba: Un personaje que es tan diferente, con sólo tres días de rodaje… Pensaba que iba a estar tranquila e insegura y al final no. Me lo pusieron muy fácil tanto Elena Anaya, como Beatriz Sanchís, fue un gusto trabajar ahí.

Quizá con un personaje más bakala y tan diferente a ti se pueden trabajar más matices.

No lo sé,  creo que todos los personajes tienen muchos matices si los buscas.

¿Cómo te preparaste este personaje?

Le pedí ayuda a una profesora, a una coach y me estuvo ayudando. También quede con una chica que me recordaba el personaje que me estuvo haciendo las escenas para ver cómo diría ellas las cosas, cómo se las tomaría. Vi muchos vídeos, analicé mucho el texto, ese tipo de cosas.
 
Macarena García
 

Empezaste a estudiar Psicología, ¿tú crees que es bueno tener algunos conocimientos psicológicos a la hora de interpretar?

Creo que sí que puede ir bien. Lo que pasa es que sólo hice primero hace bastante tiempo y era todo muy teórico. Realmente no he aprendido mucho de psicología. Pero imagino que sí. Seguramente de forma inconsciente los puedo utilizar a la hora de interpretar. No creo que ese año que estudié haya sido en balde, creo que de algo habrá servido seguramente. Imagino que es una mezcla de cosas que ahora aprovecho a la hora de actuar.

¿Cómo es Macarena García trabajando?

(Risas) Suelo ser bastante insegura, en esta profesión salen mucho las inseguridades y los miedos. Me lo tomo bastante en serio y me suelo sentir muy afortunada. Suelo coger mucho cariño a los proyectos que hago. Algo por lo que estoy tranquila es que siempre he intentando hacerlo lo mejor que he sabido en cada momento.

¿Cómo definirías tu profesión?
Apasionante, compleja, es complicada pero a la vez es bonito porque haces lo que te gusta de verdad.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Estoy haciendo una obra de teatro que dirige mi hermano junto a Javier Calvo y me queda una función antes de verano y a la vuelta, volvemos. Se tiene que estrenar una serie llamada Niños robadosy luego empiezo a grabar una serie que se llama B&B de Globomedia.

En Niños robados vuelves a trabajar con Nadia de Santiago con la que ya coincidiste en Amar en tiempo revueltos, ¿cómo son estos reencuentros?
Siempre hace mucha ilusión porque te sientes como en casa. En especial con Nadia porque es muy amiga mía. No era un reencuentro, bueno lo era como actrices, pero nos hemos seguido viendo porque tenemos una buena amistad. Para mí trabajar con ella es un gusto porque es super buena actriz, generosa, es buenísima persona, la quiero mucho.

Muchas gracias, Macarena

De nada, a ti.

La 28 edición del Festival Cinema Jove llega a su fin

Los ganadores de esta edición.
 
 
El Festival Cinema Jove cerró ayer sus puertas tras ocho días intensos de cine. Y nunca mejor dicho. En estos ocho días han pasado por el festival cineastas como Macarena García, Gorka Otxoa, Rodrigo Sorogoyen, Rodrigo Cortés, Paco Roca, Eduardo Casanova, entre otros.
Ya os contábamos hace unos días que Macarena García recibió en la gala de la inauguración el premio Un futuro de cine, bueno, en la gala de clausura no iba a ser menos. Esta vez el premiado fue Gorka Otxoa que se le reconoció sus trabajos en películas como Bypass, Pagafantas oLobos de Arga. Otxoa recibió el premio de la mano de Rosana Pastor y entre otras cosas en su discurso de agradecimiento afirmó que no se podía tener un futuro de cine, si no había cine. Durante la gala hubieron muchas reivindicaciones en cuanto a la subida del IVA o a la mala situación que pasa el cine español en estos momentos. La sorpresa de la noche fue ver como Carlos Areces o Secun de la Rosa, sus compañeros de Los lobos de Arga, felicitaban por vídeo a Otxoa por su premio con su característico humor. Carlos Areces entre otras cosas dijo: “Que te den un premio un futuro de cine es un poco raro, porque significa que todo lo que has hecho hasta ahora es una mierda y ahora viene lo mejor”.
 
Gorka Otxoa recibiendo el premio por Rosana Pastor
 
Pero no fue el único premiado de la noche, el director Rodrigo Cortés, que realizó los cuadernos de rodaje de esta edición, también recibió un premio de reconocimiento. El director de Luces rojas o Buried se mostró agradecido de estar en Valencia y afirmó que ya sabía lo que llevaba la paella y cuando estuviera en otras ciudades pediría que no le pusiesen guisantes. Jose Luis García Pérez fue el encargado de darle este premio.
 
Rodrigo Cortés con su premio y Jose Luis García Pérez
 
La gala que una vez más fue llevada por la actriz Ana Álvarez, decidió premiar a la película Lovingdel director polaco Slawomir Fabicki como Mejor Largometraje en la Sección Oficial. Y entre estos y más premios acaba un año más el Cinema Jove, pero como bien afirmó Rafael Maluenda, director del festival, ya están preparando la siguiente edición. Habrá que esperar al año que viene.
Dentro de poco entrevista con los dos futuros de cine, Macarena García y Gorka Otxoa, y también con el actor Eduardo Casanova y el director de Stockholm, Rodrigo Sorogoyen.

Eduardo Casanova, Jorge Roelas, Natalia Mateo, Pau Durà y Liz Lobato tras la cámara en el Cinema Jove

Jorge Roelas, Pau Durà, Liz Lobato, Eduardo Casanova, Natalia Mateo y Jorge Castillejo, coordinador de Actores tras la cámara
 
 
 
 
Tras saber la experiencia de Jose Luis Gil como director en los coloquios de Actores tras la cámara del Cinema Jove, los profesionales Eduardo Casanova, Jorge Roelas, Natalia Mateo, Liz Lobato y Pau Durà decidieron también pasar por este festival a contarnos su experiencia desde la otra parte, desde la de dirigir. Con sus cortos Amor de Madre, Guatsap, Ojos que no ven, Padres y El hambre, respectivamente, los actores nos muestran el lado más divertido y más crudo de dirigir un cortometraje.
“Espero no salir de aquí ‘apedreada’ “, comienza entre risas Eduardo Casanova. Desde luego que no salió apedreado del coloquio, ni él ni ninguno de sus compañeros que comentaron ilusionados sus trabajos. “ Es el segundo corto que traigo aquí (al festival). A mí me encanta hacer cortos. Creo que hay gente que está capacitada para hacer más cosas que actor y en un momento he sentido la necesidad de contar historias de otra manera”, afirma Roelas. Aunque el actor se animó a protagonizar su primer corto, Paco, afirma que con el segundo prefería sólo dirigir: “A mí me gusta mandar”, comenta el actor. Tanto Durà, como Casanova, Mateo y Lobato se ven incapaces de dirigir y actuar al mismo tiempo. “No me daría trabajo a mí misma. Cuando estoy escribiendo imagino lo que tienen que hacer los actores y lo veo tan difícil que no me atrevo. También pienso que si oportunidades como actores hay pocas como directores menos, entonces perderte el dirigir tu producto a mí no me compensa”, afirma Mateo. Casanova apoya a su compañera y asegura: “El dirigir tu propio proyecto engloba muchos trabajos para ponerme uno más. Yo no actúo porque me parecería muy empalagoso. Suelo hablar de cosas mías y los decorados son como mi casa, si saliese yo sería demasiado, me daría asco”. “Dirigir es una experiencia global y me daría pena perdérmela para hacer algo individual como es actuar”, continúa Lobato.
 
Jorge Roelas, Pau Durà, Liz Lobato, Eduardo Casanova y Natalia Mateo.
 
Una vez clara la idea de que la pasión de dirigir les impide protagonizar sus propios cortos, pasamos a qué les aporta este trabajo. Pau Durà por su parte confiesa: “El dirigir te ayuda a entender muchas cosas. Cambia Tu visión. Entiendes un poco la gran mentira del espectáculo”. A lo que Casanova añade de forma muy espontánea: “Los actores somos muy egocéntricos”. Pero no todo es bueno, Casanova nos confesó que durante el rodaje de su primer corto Ansiedad, acudió a ciertos remedios para llevarlo mejor. “ Lo dirigí con los cascos, el guión y una tableta de lexatin. Era el lexatin por secuencia. Los ansiolíticos están a disposición del todo el mundo y son una maravilla”, comenta ante las risas tanto de participantes como público.
Pero el verdadero debate comienza con la siguiente pregunta, ¿cuánto dinero se debe gastar a la hora de hacer un cortometraje o incluso una película? Eduardo Casanova reivindica los trabajos de bajo presupuesto. “El arte se debe hacer sin ningún tipo de dinero, y yo aquí me excluyo. Que tengas una idea y que a la semana siguiente ya la estés rodando, me parece maravilloso porque el arte es la idea de comunicar. A mí por ejemplo me cuesta muchísimo más porque necesito muchos complementos. A lo mejor tengo una incapacidad para comunicar”, afirma el actor. Algo con lo que muchos de sus compañeros no están de acuerdo, Durà por su parte cree que dependiendo del proyecto se podrá contar con más o con menos dinero y Mateo confiesa que ella rueda con dinero, con subvenciones y que hasta tiene su propia productora.
Jorge Roelas, Pau Durà, Liz Lobato, Eduardo Casanova y Natalia Mateo
 
Cuando hablamos de la vida de los cortos o la libertad que ofrecen a la hora de contar una historia, todos se muestran de acuerdo que las redes sociales y los festivales son la mejor forma de promocionar sus trabajos. “La vida de los cortos es en los festivales y la gracia del corto está en la libertad de poder contar lo que quiera y que nadie me diga nada”, afirma Durà. Esto no siempre es así, como afirma Casanova contando su experiencia. “Fumando espero es un cortometraje que por la temática que tiene me pase meses buscando una distribuidora, no me lo proyectaban en los festivales y la gente se iba de la sala. No hay libertad en el cortometraje”, asegura el actor. Roelas apoya a su compañero y se define como un admirador de su trabajo: “Hemos tenido un retroceso enorme, porque tú el cine que haces lo haces en los 80 y te hubiesen idolatrado. Es atrevido”. Casanova afirma que hay “una censura enorme”. “Los dos cortos que tengo son temáticas gay y son historias que le pueden pasar a tíos y a tías. Hay gente que me pregunta por qué la historia le ocurre a dos chicos. Lo hago para normalizar esta situación y que no me hagan esas preguntas”, afirma Roelas.
Natalia Mateo, por su parte, piensa que aunque hay libertad en los cortos afirma que lo que no hay es prestigio. “En otros países lo que sucede es que grandes directores de cortos hacen su primer trabajo y ya hay alguien que les llama para hacer un largo. Aquí enormes directores de cortos no son capaces de levantar sus películas. Es más cuando un productor les llama para interesarse por ellos a ese señor el proyecto le da igual, le interesa esa persona porque han oído hablar de ella”, asegura la directora.

"Soy un viejo rockero", Jose Luis Gil en el coloquio de Actores tras la cámara del Cinema Jove

El actor Jose Luis Gil y el coordinador de Actores tras la cámara Jorge Castillejo
 
 
 
“Una historia de amor, aunque fuese breve, justificaría toda una vida”, con esta frase el actor Jose Luis Gil enganchaba a todos los asistentes en el coloquio de la primera parte de actores tras la cámara del Festival Cinema Jove. ¿Cómo no engancharse? Su voz, una voz prodigiosa del doblaje español, inundaba toda la sala mientras nos hablaba de su primer trabajo como director. Un corto llamado Entre cartones que nos habla de una historia de amor que como bien dice el actor “puede surgir en cualquier parte”. “Trata de dos personas en situaciones límites que se conocen fumando un cigarro y se miran. Cuando sus ojos se encuentran deciden que quieren compartir su vida”, comenta Gil. Eso sí, ya nos avisa que el corto no es de humor. “No os vais a reír conmigo si os queréis reír poned un capítulo de La que se avecina que se repiten mucho. No me salían muchos chistes pero sí una historia de amor”. Además confiesa que es una historia muy sencilla y que está preparando un segundo corto que será muy distinto. El actor se define como “un pesado”, debido a que protagoniza el corto. Según él le daba vergüenza que lo hiciera un amigo por compromiso. “No lo he hecho tan mal”, afirma el actor entre risas. En su segundo trabajo el personaje principal lo ha escrito pensando en él, porque le transmite mucho.

El corto está rodado en Valencia por una casualidad. El actor cuenta como anécdota que escribió en la red social Facebook que acababa de escribir un guión y estaba guardado en un cajón. Una productora valenciana se interesó en su trabajo y aprovechando una visita del actor a la ciudad por trabajo lo rodaron en esas tres semanas. “Nos quitamos horas de sueño pero finalmente se hizo. Es un corto muy muy valenciano. Huele a paella, a fartons…”, explica el actor.

Durante el coloquio saltaron muchos temas, aprovechando su reconocida carrera en el teatro se le preguntó a Gil por el cambio de sector de los actores. “Es una estrategia de marketing”, afirma el actor. “Elegir a los actores de teatro por su feeling en televisión es un error. Las generaciones no se impregnan de teatro y esto puede no funcionar. En el caso de que vayan bien que vuelvan. A mí si me dijesen: “Tío no ha venido nadie a verte” yo les diría: “No, perdona, no han venido a vernos”, explica el actor.
El marketing no sólo está presente en este sentido, volviendo a otras de sus facetas como artista, salió la del doblaje. “Anda que no tiran del marketing para promocionar una película con el doblaje. Esto viene de América. Por ejemplo. Para Woody de Toy Story utilizaron gestos de Tom Hanks en el doblaje. Cobró un pastizal tanto como si la hubiese protagonizado él. Ahora se utilizan muchos cómicos, deportistas, para el doblaje y esto no deja de ser otra estrategia para vender”, explica Gil, que además afirma que aunque el doblaje no tenga reconocimiento ha disfrutado mucho haciéndolo, “al fin y al cabo estas interpretando”.
En un coloquio de este tipo no podía faltar el cine, con el que el actor se muestra muy crudo. “El cine en este país no existe. ¿Cómo pueden haber directores tan maravillosos y que no hagan películas? Profesionales como Fernando León de Aranoa, Julio Medem o Fernando Trueba tendrían que estas protegidos”, afirma Gil. Pero no pierde la esperanza y cree que resurgirá el cine. “Soy un viejo rockero, sobreviviremos y tiraremos de los más fuertes”.
En un profesional tan polifacético no podía faltar comentar su gran éxito en televisión en series como La que se avecina o Aquí no hay quien viva, esta última le dio el salto a la fama. “ Desde los diecisiete he vivido de la interpretación y hasta los cuarenta y cinco no me ha reconocido nadie”, confiesa el actor. Además menciona a compañeros con los que ha coincidido: “Hay gente con la que he trabajado con la que me encantaría volver a trabajar. A veces grabando con un compañero saltan chispas como me pasa con Isabel Ordaz que nos abrazamos después de que digan “CORTEN””. Cuando se le pregunta a cuál personaje tiene más cariño si al recordado Juan Cuesta o a Enrique Pastor, él no duda en contestar: “Tienes que enamorarte del último personaje que estás haciendo. La televisión no disimula nada, si te llevas mal con alguien se transmite. Los guionistas suelen acercar a los personajes que tienen más feeling”. Por último añade: “Lo que más me fascina de la televisión es el poder que tiene, pero a la vez me aterra”.